Transcripción del audio
INTRODUCCIÓN
Hola buenos días, buenas tardes o buenas noches. Eso ya que cada palo aguante su astilla. Mi nombre es César Giménez Sánchez y está escuchando un episodio más del podcast desestropiciando. La otra tarde tuve el placer de charlar un rato con Carmen Saavedra sobre su visión del mundo de la educación y de todo un poco. Aquí está la conversación.
DESARROLLO
Hola Carmen
Hola César, qué tal, buenas tardes.
¿Se me oye ahora?
Sí, un poco entrecortado te sigo escuchando, pero bueno, a ver si agudizo un poco el oído.
Me acuerdo, que cuando te pedí que participaras en esto, te mandé un escrito y tú creías que quería que hicieras alguna película porque yo te decía que cuáles eran los artistas de la película y sus características.
Si (risas). Estaba yo espesa ese día.
Lo único que quería y quiero que hagas es que te presentes y presentes a la gente sobre la que vas a hablar.
Bueno, pues yo me llamo Carmen, vivo en Galicia, tengo dos hijos de 21 y 16 años y bueno, el pequeño, el de 16, tiene una discapacidad como consecuencia de una condición genética poco frecuente, que a ver, como dice nuestro neurólogo, somos bombas, bombas genéticas y bueno, pues que heredó el mismo gen alterado en el mismo sitio de su padre y mío, entonces bueno, pues tiene una un síndrome de estos llamados enfermedades raras que no me gusta nada la palabra, pero bueno, para que se entienda, no me gusta la expresión, me parece una mala traducción y muy poco acertada, una condición genética poco frecuente y entonces, a raíz de eso, pues en nuestra casa, para mí mis hijos son exactamente igual los dos.
Como para todos los padres, pero resulta que cuando salen al mundo, pues no los miran igual, ni tienen los mismos derechos, bueno y, a través de Antón, pues yo ingresé por poderes, en el mundo de la diversidad funcional y me considero una activista de los derechos de las personas con discapacidad, aquí estoy intentando que desaparezca algo, para lo que ni siquiera se conoce el nombre, es el capacitismo, la discafobia que a cualquiera que le preguntes, pues no va a saber lo que es; y porque no se conozcan esas palabras, porque no estén incluidas siquiera el diccionario de la RAE, no significa que no hagan falta.
Porque cuando yo iba al Instituto, allá por los años 80, si me hubieran dicho qué es la homofobia o la transfobia, tampoco tendría ni idea de lo que es y, sin embargo, son palabras que hacían falta porque existir, existía la transfobia y la homofobia y entonces pues el capacitismo, la discafobia, existen, el hecho de que se desconozca siquiera estas dos palabras es muy representativo, explica que pues es una opresión que ni siquiera tiene una proyección que es percibida por la sociedad, porque lo que no se nombra no existe.
Y bueno, pues esa soy yo, básicamente respecto a nuestro libro.
¿Y Entonces, cuál sería esa mirada diferente que tiene tu hijo cuando salen a la calle o entran en cualquier sitio, o interactúan con cualquier persona?
Es que necesitaba varios días César que a ti qué te voy a contar, pues en todo, en todo, en todo, la mirada, ya literal, cuando mi hija sale por la calle o va por la calle o entra en un sitio, no se gira todo el mundo a mirarla, cosa que sí ocurre con Antón y es algo bastante desagradable.
A nadie le gusta y más cuando se es adolescente ya ni te cuento, ¿no?
Pero a Antón, ¿qué le pasa, es que no camina, o no camina bien?
Sí, mira a ver él camina, pero es que mira, César si yo te digo que yo no le veo nada. (risas)
Es que yo no sé cómo le notan que tiene una discapacidad porque él anda, pero bueno, igual anda, tiene un andar un poco como los demás, no sé, me imagino que sí, yo es que lo veo como todos, yo entiendo que cuando se pone a hablar, pues sí que tiene una forma de hablar no normativa, y luego tiene un párpado de un ojo caído, pero es que yo no entiendo de verdad, de verdad yo es que no lo entiendo. Será porque es mi hijo y lo veo todos los días, mira, nos pasó una cosa, hace un par de años estábamos de viaje en Estados Unidos y allí hay como mucha sensibilidad entorno a bueno, a la prioridad en determinados sitios, nos quedamos anonadados, porque era llegar, por ejemplo, a una puerta de embarque y sin tener prioridad preferente, pues nos venían a cazarnos y nos decían ustedes dos por aquí pasen antes que nadie.
Entonces estamos en un edificio de esos altísimo que había que una cola tremenda y yo dije, bueno, pues aquí igual también hay una cola preferente, ¿no? voy a preguntar a ver si hay cola preferente para que podamos entrar.
Que nos podamos meter gracias a Antón, bueno porque también a él se le hacía físicamente, se le hace duro estar mucho tiempo de pie, y se lo dije al chico de la entrada y le digo, mira, ¿hay una cola especial y tal?, y me dice no, pero ya no le he cobrado la entrada y yo le miré y le dije, pero ¿cómo se ha dado cuenta que tiene una discapacidad? y él me miró como diciendo, pero ¿tú eres tonta o qué te pasa?
Yo te lo juro, César, que yo no sé cómo la gente puede sin oírle hablar, darse cuenta de que tiene una discapacidad, pero sí se percibe, a ver, a mí no me lo preguntes porque ya te digo que no lo acabo de entender, porque mi mirada está tan normalizada respecto a él, que yo no le veo nada, pero bueno, pues sí habla algo distinto, debe deambular algo distinto y poco más, sí, quiero decir, bueno él físicamente, pues tiene dificultades manipulativas, la motricidad fina, pero es algo que no puede saber alguien que le ve por la calle o no puede correr o saltar o el cuesta hacer ciertas cosas, sobre todo manipulación pura y dura, motricidad fina, pero aun así pues las miradas se… Cuando era pequeño llevaba una silla de ruedas ya ni te cuento ¿no? aquello era… me acuerdo de que a mi hija le dolía muchísimo, un día que estábamos en una feria al aire libre, que hay aquí en mi pueblo, todos los sábados, estaba enfadadísima, estoy harta de que nos miren, yo claro, le quitaba, yo le decía, pero cómo no le van a mirar con lo guapo que es y ahora a él también se lo decía, ahora ya no cuela, no cuela porque él también está hasta las narices de ir a un sitio que sobre todo en lugares donde la gente no está acostumbrada a él, y que se le queda mirando todo el mundo, yo creo que claro, como tiene una discapacidad, no sé si sutil o no, pero no identificable. Quiero decir, no tiene parálisis cerebral, no tiene síndrome de Down, no tiene autismo, entonces yo creo que la gente mira, mira, y mira porque quieren encajarle en un sitio, se les quiere meter en el cajón adecuado, entonces cómo es tan poco frecuente lo que a él le ocurre, pues no le encajan en ningún sitio. Y les despista ¿no? igual, por eso miran tanto, para poder ponerle la etiqueta adecuada, la etiqueta que no nos ponen ni a mí ni a mi marido ni a mi hija.
Y para él, me imagino que las consecuencias serán terribles ¿no? ¿O por lo menos malillas, malillas?
¿Las consecuencias de qué te refieres?
De que lo miren todo el rato.
Sí, sí, sobre todo siendo adolescente, ya te digo, yo pienso que la mayoría de los adolescentes quiere pasar desapercibidos, que se ponen esas gorras, que lleven esas ropas tan anchas porque quieren desaparecer dentro de ellas y que el mundo no les miré pues tu imagínate.
Y eso qué bueno, bastante acostumbrado está, yo me acuerdo cuando tenía, pues no sé 10 o 11 años le llevé a unas clases de ajedrez de unas extraescolares y el día de la presentación recuerdo que llegamos un poco tarde y nos sentamos hacia el final, y fue todas las cabezas de los niños girarse hacia él, y él mirando hacia adelante como si nada, y yo pensando, qué tío más valiente macho, porque cualquier otro estaría diciendo: mamá sácame de aquí no me dejes aquí ni loca. Y él pues imagino que como ya era lo habitual, de vez en cuando, alguna vez sí que le satura, recuerdo en un museo, el museo Dalí que hace un par de años que sí, ahí sí que estalló.
Aquel día, escribí un post en el blog a cuenta de aquello, porque aquel día así que dijo, estoy harto ya de que me mire todo el mundo, o sea, ¡no puedo más!
Pero bueno, no es la peor consecuencia en su vida, la peor consecuencia es el rechazo, la invisibilidad, que sea invisible para todos los chicos y chicos de su edad. Él no existe, no es como ellos, él se siente como ellos porque es como ellos, pero para ellos no existe, simplemente está allí.
Cuando dices invisibilidad ¿a qué te refieres, si lo están mirando todo el rato?
Ah ya, invisibilidad respecto, por ejemplo, en los espacios habituales, por ejemplo, pues en el entorno educativo, es decir, llama la atención en un primer momento y cuando vas por la calle o te metes a un bar o vas a una tienda, lo estoy diciendo, luego en lo que es el entorno habitual y es verdad, es que es curioso, mira no me había parado a reflexionar nunca sobre esto, no tiene término medio, o todas las miradas se centran sobre él, o es completamente invisible. ¿Te puedes creer que no había caído nunca en esta contradicción?
Vale.
¿Entiendes lo que te quiero decir? en su Instituto él es invisible. Los chicos de su edad no se acercan a estar con él, a hablar con él, a interactuar con él, está solo siempre.
Claro
A eso me refiero, pues sí, mira qué curioso, este contraste, ¿verdad?
Vaya. Bueno, en otro orden de cosas, dicen que una madre (no he sido nunca madre para verificarlo), no deja de serlo durante toda la vida de su hijo, entonces, me imagino que tendrás perspectivas respecto a él a corto plazo, y a corto plazo me refiero dentro del sistema educativo
¿Qué perspectivas tengo?
Exacto.
¿En el sistema educativo?
Eso es.
Bueno, pues en el sistema educativo a corto plazo que acabe la dichosa ESO, le queda el curso que queda ahora y el que viene, Y a corto plazo, eso es, el acabar la dichosa ESO, que además la está haciendo sin adaptaciones curriculares porque aceptar las adaptaciones curriculares implicaba renunciar a que titulara, y lo sé gracias a otras madres a las que les ha pasado y que no se lo habían advertido y que, llegado el momento, les dicen que sus hijos no van a titular, con lo cual, no tiene una opción más que quedarse en casa o ir a un centro de día y no pueden seguir formándose porque para seguir formándote, aunque sea en un módulo de FP media, pues te piden el título de la ESO, y entonces nunca aceptamos que tuviera adaptaciones curriculares precisamente por ese motivo, ahora con la reforma de la ley Celaá parece ser que, bueno, parece ser, no, hay un artículo, el artículo diez punto, creo que, ocho ya no me acuerdo ahora, en el que se especifica que sí.
Evidentemente si tú superas todo lo que se te pide y apruebas esa asignatura, pues tienes el derecho a titular. Ahora a ver si en los centros educativos o determinados profesionales de la enseñanza, pues empiezan a suspender a los alumnos con adaptaciones curriculares para que no titulen, no lo sé, no sé lo que va a pasar. A mí, a nosotros ya nos llega tarde, entonces, seguimos luchando, evidentemente para los que vienen detrás, lo mismo que lucharon los que nos han precedido, que Antón está gracias a dónde está con todo lo que nos podamos quejar de todo lo que nos quejamos, no está encerrado en su casa, en casa conmigo y se puede educar y tiene una formación, gracias a todas las familias que lo han peleado, entonces a nosotros no nos queda otra que seguir peleando para los que vienen detrás, que es esta nuestra obligación moral.
Y después, pues, nuestra intención es que haga un ciclo medio de algo que le puede interesar porque la ESO es una auténtica pesadilla en ese punto de vista académico, es un horror, un horror, no sé cómo no están todos los niños quemando institutos y tirando los libros a la basura, porque es una pesadilla, no sé quién es el sociópata que ha diseñado estos currículos, que no da tiempo, los aprendizajes no es que no sean significativos, es que no tienen ni pies ni cabeza, no da tiempo a asimilar nada porque son millones de cosas, no hay tiempo para asentar una y encima la tienes que sentar a la vez con otras 12 asignaturas. Es un horror, realmente lo son, parece que el único objetivo es que pierdas las ganas de aprender y solo se adaptan, yo tengo clarísimo que se adapta un tanto por ciento pequeñísimo este sistema.
Encaja ahí, muy poca gente, los demás, pues hacen por encajar y sufren encajando, con lo cual está sufriendo todo el mundo. Y eso, hacer un módulo no sabemos muy bien todavía qué, de algo que le interese. Donde con un poco de suerte, a lo mejor encuentra compañeros y compañeras con los que hayan madurado, que tengan más edad, la suficiente edad para que deje de ser invisible para ellos. Y así vamos, poquito a poquito mirando cómo cruzamos cada puente cuando llegamos a él.
Porque ahora mismo, ¿su círculo de amistades se extiende mucho o esta reducido a la familia y poco más?
Sí, está reducido a la familia y poco más, sobre todo a raíz de lo poco que existía, pues ha desaparecido. A raíz de esta situación de confinamiento y de pandemia y de aislamiento social. Pero no es lo único, no ha sido la única causa, sí.
Bueno, sobre todo cuando era pequeño, tú le preparabas bastantes recursos para la educación y sé que, en tu blog, o tu blog, mejor dicho, se ha convertido en una especie de referencia a ese respecto.
A ver, yo he compartido cosas que me han servido con Antón, pero vale, referencia, no creo que sea del todo, porque claro es que es tan específico para alumnos y alumnas que tengan las características de él, que igual no vale para todo el mundo, pero bueno, siempre se puede tunear, lo mismo que yo tuneo las ideas de otros, pero sí, siempre he tenido que buscar recursos y adaptar los materiales, ha habido algún curso que sí que ha tenido profesorado qué bueno, que han hecho su trabajo, sobre todo los primeros cursos, digamos, la educación infantil y primero y segundo de primaria, pero a partir de ahí, para de contar, ya, se acabó a partir de ahí todo ha sido responsabilidad nuestra, específicamente mía. Tenía el tiempo y los recursos para hacerlo y sigue siéndolo ahora, yo estoy haciéndome la ESO también con él.
¿Ah sí?, ¿o sea que no se ha reducido eso de prepararle los recursos?
¿Perdona?
¿No se ha reducido eso de prepararle los recursos?
Ah, no, no, no, peor que nunca, porque ahora, claro, son 13 asignaturas y con la exigencia que tiene la educación secundaria, no, yo tengo aquí media jornada laboral tranquilamente y en épocas de exámenes más de media jornada laboral que tengo que dedicar a esto.
Y todo a coste cero para la administración, ¿no?
Perdona.
¿A coste cero para la administración?
Sí, claro, a coste cero, sí.
Sí, pero a ver, quiero decir que no es el único caso Antón y no solamente los niños que están etiquetados por discapacidad que les ocurre eso, yo creo que es que la mayoría del alumnado, como te decía antes, no, no puede seguir este ritmo, entonces por eso se quedan tantísimos descolgados.
Al final dependen de, bueno, pues que en sus casas, sus padres tengan recursos socioculturales para ayudarles o recursos económicos para tener alguna personal de apoyo y que los chavales sean capaces de seguir esos ritmos y yo no sé, el sistema capitalista los está preparando la mar de bien, porque es que están dedicando más energía ahora, el que consigue sacarlo que un directivo de Inditex, tal con bueno, ese es el objetivo del sistema, ¿no? que no tengas vida, que te dediques a eso para que te acostumbres a cuando salgas al mercado laboral, tener que hacer lo mismo.
El aprendizaje y el amor por la enseñanza y el amor por aprender por aprender, es que, y yo no le echo la culpa a los profesionales. Es que el sistema no te lo permite, es que no te da tiempo, no puede un profesor dedicarse a decir bueno este tema vamos a salir fuera y vamos a mirar in situ, tal cosa, vamos a ir a tal sitio, es que es imposible, es imposible, imposible, totalmente imposible, que yo no sé cómo no se declaran en rebeldía todos: profesores, alumnos, equipos directivos, todos, y hacer que todos los puñeteros ministros de educación que ha habido más todos los altos cargos de educación, meterlos a un puñetero Instituto encerrados a que saquen la puñetera ESO.
¿Esa sería la solución que tú propondrías?
Hay que destruir el sistema y volver a construir otro, este no vale para nadie, César, para nadie, no es que no valga para Antón, mi hija es lo que se llama una estudiante brillante con unas notas que te mueres, pero es súper infeliz. Este sistema no le ha hecho feliz, ni ha hecho que aprendiera contenta, le han generado estrés, ansiedad. Es que este sistema no vale para nadie, para nadie.
Entonces, si volvieras diez o doce años atrás ¿cómo volverías a enfrentarte a la situación de la educación respecto a tus dos hijos?
¿Que si pudiera rectificar que cambiaría?
Si tuvieras una máquina del tiempo ¿cómo?
Es que no depende de mí, es el sistema, es que no te queda otra y no te puedes salir del sistema tampoco porque ¿qué haces si te sales del sistema? ¿Qué haces? ¿Te quedas en casa como antaño?
Es que la solución es colectiva, no es individual, es que no existe una solución individual. No existe, no hay, aunque volviera a dar marcha atrás, en la cuestión educativa tendría que seguir exactamente los mismos pasos que he dado, en otras cosas las haría distintas, pero aquí no, porque no puedo hacerlo de otra manera, es sacar a mi hijo del sistema, sacarle de la vida y de la sociedad y del mundo.
¿Me puedes hacer un esbozo más o menos de cómo sería un sistema educativo ideal?
Hombre, primero, yo no soy especialista, pero hay muchos especialistas y profesionales que sí que han dado ideas de cómo se podría hacer. Primero, respetar los ritmos, no esta acumulación, ni siquiera es una acumulación de saberes, es una acumulación de datos. Trabajando de otra manera, Antón, cuando estaba en infantil, la profesora utilizaba una metodología maravillosa, que es trabajar por proyectos, que ojo que conozco, que ahora se ha puesto de moda y conozco mucha gente que trabaja por proyectos que no trabaja por proyectos, simplemente que se ha apuntado a la moda, pero no lo está haciendo bien. Hay que hacerlo bien, las cosas, es decir, partir de los intereses de los niños, que experimenten, que tengan curiosidad y es a partir de esa curiosidad, es la que les lleve a querer saber, a buscar respuestas. Y respetar su ritmo eso de agruparlos a todos por edad biológica o cronológica, a todos los de la misma edad, en el mismo sitio, que sí, pues, podría ser, pero no tiene porqué y aunque estuvieran en grupos de la misma edad, no tienen todos porqué aprender lo mismo al mismo tiempo, porque no todos tienen las mismas características, ni las mismas habilidades, ni las mismas inquietudes, no pueden estar haciendo todos lo mismo al mismo tiempo.
Y bueno, es que esto es muy complejo para hablarlo así en dos minutos y ya te digo que yo no soy la persona adecuada para responder a esa pregunta, pero sí que me puedo imaginar cómo podría ser esa escuela ideal, es el sistema ideal. Hay muchas escuelas libres que lo están aplicando, pero ¿qué ocurre?
Que en esas escuelas libres no hay diversidad, porque sí, su metodología es maravillosa, pero es que como son privadas porque no entran dentro del sistema educativo público, son carísimas y eso ya deja fuera un montón de gente, primero gente que no tiene recursos para acceder, dejan fuera a la diversidad funcional porque como no tienen medios porque no escuelas públicas, tampoco pueden atender a la diversidad, pero bueno, la metodología es maravillosa, pero tampoco es un sistema ideal. Sigue dejando fuera a mucha gente y siguen siendo Sota, caballo y rey, los alumnos que acaban ahí. Pero sería un sistema que debería adoptar la escuela pública que tiene los medios para hacerlo, le falta que la parte humana de la escuela quiera dar ese cambio, que yo sé que hay una parte muy importante que quiere darlo, y si no lo quiere dar todo el mundo, pues que los agrupen, qué es lo que digo siempre. ¿No puedes elegir entre concertada, que al final es religión y no concertada, que es laicismo? Bueno, pues que nos dejen escoger también la metodología, que agrupen a las profesoras que quieren hacer las cosas otra manera y a los padres que quieren hacer las cosas de la manera que sus hijos estén sufriendo ahí, que tengan exámenes todos los días, pues que vayan a las escuelas, que sigan con esa metodología, que podamos tener libertad porque yo me río de la libertad que tenemos hoy en día.
No existe libertad. En todas partes es lo mismo.
Bueno.
Pero bueno, yo no soy especialista en este tema que está derivando la conversación para el sistema educativo y yo solo soy una madre, vamos, voy a hablar de mi experiencia personal y particular y de lo que no me gusta, que cualquiera que tenga ojos y un poco de corazón podría ver que eso no está bien.
Pero algo positivo sí que verás ¿no?
¿En dónde?
¿En el sistema educativo?
Volvemos a lo mismo, sí.
Pues, durante la primaria, lo mejor de la escuela son los niños y las niñas, evidentemente, sí, lo mejor, no digo que en secundaria no sea así, también serán lo mejor de la escuela, no han sido lo mejor de la escuela para mi hijo, pero seguramente sean lo mejor de la escuela.
Pero sí, los niños y las niñas, de hecho, yo estuve varios años formando parte de la APA y lo que más me gustaba, o sea, odiaba la parte de pelea con la administración, con la dirección, pero luego es que los niños, el contacto con los niños y las niñas te lo compensaba todo, por eso no entiendo cómo puede haber gente dando clase a la que no le gustan los niños de las niñas No, no, debía ser una condición imprescindible para poder estar ahí. Y sí que son lo mejor, lo mejor y todo lo que nos empeñamos en deformarlos y estropearlos hasta que lo conseguimos, pero los primeros años son increíbles, son alucinantes, de verdad que sí.
Sí, bueno quería haber empezado hablando y un poco a propósito de tu continua búsqueda de recursos, quería haber empezado por decir que, en gran parte, la culpa de que este podcast exista es tuya ¿sabes?
Tú que te dejas liar fácil, no te quejes. ¿Por qué lo dices? ¿César?
Por el último empujoncito que me hacía falta y me lo diste tú.
Es que hace mucha falta, en el mundo podcast que está tan de moda, que ha sido la radio de toda la vida, pero a la carta, hace mucha falta un programa sobre diversidad funcional y tú lo sabías.
Bueno, yo lo sabía, pero desde hace un montón de años ya tengo un esbozo de lo que un programa podría ser sobre esto.
Ojalá que tire para delante y que llegue a toda la gente que tiene que llegar César y muchas gracias por hacerlo, por cierto.
Una cosa, ¿no crees tú que esto será una moda? como acabas de decir, el aprendizaje basado en proyectos.
El caso es que se hagan las cosas de otra manera, que da igual como les llamemos y el problema es que luego, cuando hay gente que lo hace bien y se pone de moda porque se quiere imitar, pero igual se quiere imitar no por hacer las cosas bien, sino por salir en prensa, porque te den el premio al mejor docente de no sé qué, por petarlo en las redes sociales. A ver, que un profesor que trabaja duro en esto no tiene tiempo para hacerse autopromoción, entonces el problema de esto es que se desvirtúe y que lo conviertan en moda.
Yo sé que la gente que lo sigue haciendo bien, lo va a seguir haciendo bien, pero el problema es que al convertirlo en moda y desvirtuarlo y ya que no se parezca en nada a lo que es la idea original acabe siendo algo que se vea de forma negativa y que despotriquemos de ello, no sé si entiendes lo que quiero decir.
Que, al desvirtuarlo, esa forma de hacerlo de mal hacerlo sea lo que se generalice y lo que se crea, que es ese modelo de esa metodología que no es eso, eso es lo que la han transformado, quiénes le dan publicidad.
Me estoy explicando fatal.
Morir de éxito, pero morir de éxito…
Anda coge un lápiz y me lo mandas por escrito.
¿Perdona?
Cógete un bolígrafo y me lo escribes
¿Qué te escriba el qué?
Lo que acabas de intentar de explicar
Ah, vale, vale, pues, si mejor lo pienso y lo pienso por escrito qué es cómo explico yo mejor las cosas, no bien, pero mejor que hablando, que ya te lo avisé. Que lo mío no era hablar.
Bueno pues es hora de cortarte ya.
Muy bien César.
¿Algún último deseo antes de que te dé billete?
¡Un deseo Jo!, qué difícil. ¿Un deseo?
Sí.
Pues… ¡ay, Dios mío!, pues un deseo, simplemente con que la mitad de los derechos que están sobre el papel se cumplan a ver ni la mitad, la décima parte de los derechos que están sobre el papel se vuelvan realidad, ya buena sería la bomba.
No te pases, no te pases.
Ya, ya, si es que me he pasado, eso no es un deseo, eso es un millón.
Bueno.
Pues mira, este es también más gordo todavía, iba a decir que todos los niños y niñas se eduquen juntos y revueltos, que, sin importar, ni sus características, ni su funcionalidad ni su procedencia, ni su entorno. Esa es la única forma de saber convivir y aprender a convivir es estar desde pequeños todos juntos, pero como nos empeñamos…
Creo que el otro día decía yo o me decía alguien… O pensaba yo que aprender hasta compartiendo mocos.
¿Que aprenderán a estar compartiendo?
Que aprendieran compartiendo los mocos
Sí es la única, la única manera de convivir luego, y de que haya miradas de extrañeza, no te puede extrañar lo que has visto toda la vida.
No es poco deseo.
Vale.
Bueno, pues te voy a despedir ya.
Pues muchísimas gracias, César.
Pero antes de que me des las gracias, ¿dónde se te puede encontrar ese blog maravilloso que tienes?
El blog maravilloso que tengo, no sé dónde, el que tengo, el normalito es cappaces.com porque a ver, empezó la idea del blog en principio, fue raíz de bueno, cuando Antón tenía 6 años, creo que tenía 5 o 6, le cambió muchísimo la vida, entonces bueno, fue algo maravilloso para nosotros, fue como si nos hubiera tocado el euromillón y entonces, pues como me pasaba el día mirando aplicaciones, viendo cuáles le iban mejor, digo, bueno, pues todo esto lo voy a poner en un sitio donde pueda ayudar a otras personas también y ahora ya no hablo nada de aplicaciones, hace mucho que lo dejé, pero de ahí viene el nombre de Cappaces. Ahora ya el blog ha tomado vida propia, ha ido por otro lado, pero es para que se entienda por qué tiene ese nombre cappaces.com.
Gracias por la por la cuña.
Ay, ¿no te quieres dar publicidad a ti misma?
Si me quiero dar publicidad, pero si dices que es maravilloso y luego lo ven, ven lo que es, pues se van a defraudar (risas).
Bueno.
Gracias por tus palabras, César, porque yo sé que lo dices de corazón y te lo agradezco muchísimo.
Ah, pues es vete a tomar viento ahora, ¿vale?
Muy bien, pues muchas gracias. César, chao.
DESPEDIDA
Esa fue la charla. He cortado la parte en la que casi nos tiramos los trastos a la cabeza, pero eso no tiene mayor interés. El caso es que fue un rato muy agradable, y una vez más les animo a visitar la web desestropiciando.org para encontrar más información. Que pasen un tiempo bonito, y hasta más ver. Adiós, adiós.